Cuando los argumentos solo caen en saco roto y ya no queda ni hilo de torzal para coser los jirones que causa el socialcomunismo; cuando sus actos los retratan y por fin todos los espejos en los que se miran deforma el aspecto triunfal que ofrecían de inicio; cuando los gestos los delatan porque son más falsos que un duro sevillano, y miras atrás y todo lo que se atisba a corto y medio plazo es tierra quemada, desolación, ruina y tristeza conseguida en tan poco espacio de tiempo, ya solo cabe tratar de salvar los muebles como se hizo en su día con el oro de Moscú…

Cuando los argumentos solo caen en saco roto y ya no queda ni hilo de torzal para coser los jirones que causa el socialcomunismo; cuando sus actos los retratan y por fin todos los espejos en los que se miran deforma el aspecto triunfal que ofrecían de inicio; cuando los gestos los delatan porque son más falsos que un duro sevillano, y miras atrás y todo lo que se atisba a corto y medio plazo es tierra quemada, desolación, ruina y tristeza conseguida en tan poco espacio de tiempo, ya solo cabe tratar de salvar los muebles como se hizo en su día con el oro de Moscú, aunque esta vez al son del tremendo y molesto ruido que provoca su gran orquesta mediática, encargada de amenizar los capítulos finales del sainete progresista.

Politicamente la situación del sanchismo es comatosa, pese a haber tumbado con malas artes a sus adversarios políticos por K.O en algún caso y a los puntos en otros durante este periodo ignominioso. Primero: provocó el ofrecimiento casi pornográfico de Ciudadanos dejándolos ante sus electores y resto de españoles como ‘Cagancho’ para siempre. Segundo: impulsó intencionadamente como nadie el definitivo despegue y la posterior sobreexposición de VOX gracias a la moción de censura famosa que vio nacer a máximo nivel a su jefe de filas en esto de la política nacional, especialmente por lo que significó de rancio y amargo ver a las derechas pegarse como Pin y Pon. 

El destrozo cainita fue tan desigual que hasta Pablo Iglesias aplaudió a Pablo Casado por el espectáculo gratuito ofrecido al mundo. Tras comprobarse cómo dos de los tres de la foto de Colón jugaban con dos barajas, el esperpento terminó en tercer lugar: con la gran traición a Ayuso y el posterior colapso genovés aliviado gracias al fabuloso eructo ‘peperiano’ o ‘peperista’ posterior, tan sonoro que hasta nos tuvo angustiados y entretenidos a todos los españolitos que portamos las banderitas de la España cañí, gracias a la mala cabeza del personajillo que por entonces hacía que manejaba el Ministerio de la Oposición.

Que tiempos y que momentos para demostrar que pese a tal desahogo político llevado a cabo por las oposiciones constitucionalistas, efectivamente a quien más ha desgastado la mentira por bandera -cumpliéndose la máxima-, es al que gobierna. Y ya es decir porque hay que ver para lo que han quedado los modernos ahora que se ha extenuado el efecto llamada (más por su físico que otra cosa), de la bella Inés ante la excesiva verborrea del enjuto, cansino y sobreactuado Edmundo Bal. Y si miramos al otro partido del centro centrado, ya me dirán para que le sirvió al PepePop de Casado & Teo insultar al primo fanfarrón del norte. Si es que llegaron a poner en venta hasta la sede (¡válgame Dios!), a la vez que prometía  sanear la casa y el espíritu, gracias al control interno que desde algún bufete amigo, le debió ofrecer algún trepa cercano y que nunca se aplicó.

Ribera, Girauta, Marcos de Quinto, Pablo Casado, Teodoro y ya puestos: Pablo Iglesias, Carmen Calvo o hasta el Gran Ábalos. Cuatro años, cuatro llevamos tragando; y ya han pasado río abajo casi más cadáveres políticos que Reales Decretos decentes ha sacado Pedro Sánchez; que se dice pronto.

En todo caso y a menos de diez meses, once a mayores si se ponen muy cansinos, es posible (recalco lo de posible), que si los opositores al sanchismo no la lían parda otra vez, habrá relevo en el Gobierno (que no en las instituciones paralelas al estar debidamente secuestradas como pasa siempre que ‘el Pepe’ pilla cacho). Con las manos atadas los de Feijóo y Abascal, tienen que empezar por secar el manantial ideológico de la extrema izquierda del que se han puesto a sacar toda su basura a cien por hora, para dar gusto a los diversos extremistas sectarios que Sánchez ha metido con calzador a legislar sobre sus propios delitos. Esta asociación macabra de delincuentes está chupándole la sangre a todos los españoles, incluidos al que mueve los hilos y controla los fondos que no llegan a casi nadie de momento. Según los economistas más serios (y no me refiero a los de siempre), tanta pasta a la vez provocará desajustes muy serios en los mercados, en la productividad y en la propia oferta, degenerando en precios más descabellados aún de los que estamos padeciendo. Y ahora que caigo, quizás por eso no llega el parné, para que no se les caiga la economía a ellos sino al que venga detrás ; ahí lo dejo…

Hasta el momento de la verdad, tendremos el interesantísimo aperitivo autonómico y local, que será ineludiblemente un adelanto de lo que debe suceder salvo suicidio colectivo (politicamente hablando). Sin embargo y pese a que la tinta corre como la pólvora, si algo hemos constatado los denostados politólogos (por culpa de ‘Iglesias y compañía’), desde comienzo del año nuevo, es que la nueva táctica instaurada en Moncloa consiste simplemente en hacerse la víctima y los ofendiditos echándose en tromba de forma coordinada contra cualquiera que se atreva a sacar a la palestra, lo que sea y sirva a las izquierdas para venderlo a la opinión publica como si fuera la 2ª parte de la “alerta antifascista” del otro (‘el otro’, es el hijo del terrorista del  FRAP, ahora que se puede decir y escribir con el permiso del juez que ha terminado dando la razón a Cayetana)

Y hago hincapié en este giro de guion porque, que el Gobierno entre al trapo respecto a lo que pase en los debates autonómicos, locales o de los medios de comunicación, además de cutre resulta hasta de muy mal gusto si mas aún y de paso terminan en absurdos requerimientos acusatorios para que la opinión publica los perciba como los defensores de la democracia universal desde el poder central.

Los nuevos vigías de los desmanes de la ultraderecha anticonstitucional que dicen representar los ‘peperianos de Feijóo ’ (herederos de las dudas y las deudas de ‘Mariano Rajoy), los ‘peperistas trumpistas’ de Ayuso y los ‘bolsonaristas de Santiago Abascal, deben ser conscientes de que cualquier cosa que digan o hagan, incendiaran las tertulias y las redes sociales, y como nunca llueve a gusto de todos y en la derecha somos ‘masocas’, nos despellejaremos las veces que haga falta echándonos la culpa de que si esto o lo otro beneficia a Sánchez, o que si los del PP se caen de maduros moderadamente y que si tal o pascual.

La izquierda al poder se enzarza contra todos nosotros como una hidra por la interpretación que hacemos de sus datos falsos del paro; nos increpan porque nos molesta como nos venden a granel la mejora de la inflación (cuando sigue siendo inflación, ya que alegrarse de que se modere algo que está desbocado, es surrealista pero en España pasa); nos achacan que si los de Bolsonaro atacan las instituciones y las derechas no se ofenden como hacen ellos y el remate, ha sido lo de la propuesta ideológica del vicepresidente de VOX en Castilla y León,  y el rifirrafe de dimes y diretes entre ambas formaciones que forman la coalición de Gobierno, que ya veremos si no acaba rota y en elecciones adelantadas a sugerencia del PSOE aprovechando lo del 28 de mayo, lo cual sería patético.

Que unos u otros tengan intereses y maneras diferentes de hacer las cosas, yo creo que cada vez es más obvio; por eso ya va siendo hora que la gente del PP lo vaya pillando, pues cuando uno se va o se borra de un sitio es porque no le gusta cómo ladra la perrita, y cuando a uno se le piran mosqueadísimos cuatro millones de almas, se les respeta o de lo contrario asuman las consecuencias. Del mismo modo, cuando los que se fueron porque no les hacían casito, pactan con los que abandonaron, deben entender que son la escisión; por lo tanto chantajes los justos y las escenitas de celos y cuernos, ahórrenselas: gracias. Lo difícil de todo esto, es que todavía queda muchísima gente que aún quiere por igual a las dos formaciones y, perdónenme: no tiene un pase aunque pasa y a mí el primero, porque el mundo de las ideas y la economía no marida tan fácilmente como se piensa. Son fuerzas diferentes con intereses diferentes que incluso no deberían porque convenir en cerrar gobiernos de coalición, pues el único objetivo común indiscutible es que no gobierne la izquierda y a lo mejor, ese debería ser el único acuerdo entre ambos y punto, al menos para permitirse mutuamente que gobierne quien gane de los dos cuando haya elecciones en caso de haber mayoría suficiente.

Y es que la autopercepción de que sus valores (los de cada formación), y principios son los mejores y tal, hacen complicado que se entiendan y a diferencia del PSOETA, como son unos desarrapados, los acuerdos llegan por si solos al tratar los asuntos sin ningún tipo de complejos, porque no piensan ni en su gente ni en nada que no sea trincar y manejar el poder de manera autoritaria. Por esto mismo cada cual se encarga de lo suyo -para ejemplo lo del la Ley Montero-, donde el PSOE no abre la boca y tiran para adelante como los de Alicante.

El frentismo es la nueva consigna declarada desde Ferraz y Moncloa y van los constitucionalistas y se lo copian malamente para disfrute del ‘progrerismo’. Por esta razón el Gobierno y sus aliados son como un frontón que repele todo aquello que pueda torcerlos el gesto. La corrupción en ayuntamientos del PSOE, PNV, ERC, Junts, y demás purrela; la propia trama Azud del PSOE valenciano; la pederastia en Podemos, o en Compromis; los médicos comunistas de Errejón  tratando de boicotear la Sanidad madrileña; los casos de socialistas robando y acosando en la UE; los violadores y abusadores dando palmas y los malversadores igual; los golpistas de jarana por aquí y por allá, y los ‘griñanes’, de médicos y forenses psicoanalizando el asuntillo para escaquearse del trullo. Anda que no hay material para meterle al Gobierno y su chusma con la mano abierta sin entrar ni tan siquiera en las atrocidades de sus leyes ideológicas antes de ganarlos para no discutir por ello. Atendiendo solo a su corrupción, para tumbarlos sin despeinarse debería bastar: ¡por el amor de Dios!… Pero lo que nos mola a ‘los fachas’ es darle estopa al vecino con el que se supone que te tienes que entender y echarle en cara las carencias propias.

Miren, y con esto acabo, porque no es plan de tenerles aquí liados todo el día: las derechas no tienen remedio porque no hay un proyecto nacional que tenga una sola percepción de Nación, y las izquierdas sin embargo si lo tienen, porque odian la unidad nacional. Así que ideológicamente gana el odio, por eso sus ascuas se mantienen vivas aún cuando pierden el poder y lo saben, por tanto frente al frentismo: unión cimentada en un solo compromiso basado en un principio bien simple: “que gane el mejor de los dos” y el que pierda que no estorbe y permita siempre que no gobierne la izquierda. Después que le haga oposición y se entiendan en lo que puedan como sucede en Madrid (¡pero aprobando los presupuestos por favor!), porque eso que dice Feijóo de volver a tener mayorías absolutas, vayan olvidándose… (afortunadamente). 

FRANCISCO GÓMEZ VALENCIA

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Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994 por lo tanto, Politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan.