Me gusta Kant, lo reconozco y hasta se lo recomiendo. Desde luego si no lo entienden simplemente adáptenlo a su manera de pensar y listo. Todos vivimos en nuestra burbuja y ésta puede estar comprendida de tantos aspectos que cada cual, una vez fabricada, la va perfeccionando a su gusto forjándola con imperfecciones.

Y como usted puede elegirlas libremente, al final uno vive en su propia mentira, lo cual es básico para sentirnos mejor en este mundo cruel —como diría el otro—. El problema es cuando intentamos comprender las burbujas ajenas, básicamente porque nos condicionan la vida —por no decirlo bruscamente—. Según el filósofo todos vivimos en una cárcel subjetiva de la que no se puede salir, pero sí migrar ¿Qué quiero decir? Pues “que estos son mis principios y si no les gusta tengo otros”, como dijo Groucho Marx. Este mismo razonamiento aplicado a las ideologías también es posible, simplemente a base de retorcer los conceptos gracias a las palabras ¿Esto producirá seguramente que sean más huecas? Sí. ¿Y qué pasa? Nada, nada, si solo afecta a la moral de las personas…

Ahora que retomamos el sobado asunto del nacionalismo secesionista catalán, a falta de pan y antes del ficticio retiro estival, ¿dónde comienza y dónde termina la libertad ahora tan de moda en este país? Comienza dejándome hacer lo que me dé la gana y permitiéndome que decida qué es lo que tú puedes hacer ¿Que no me dejas? Impongo mi santa voluntad retorciendo los conceptos. No hay ideología. Solo hay imposición inmoral. Así estamos, y a esto hemos llegado en tres años.

Cuando reinan los que imponen siempre somos más pobres económicamente pero… de espíritu, también. La repartición de la miseria implica más obligaciones, restricciones y prospecciones, pero no es ideología… es inmoralidad ¿Podemos decir por tanto que el socialismo o el comunismo son inmorales? Seguramente sí, pero también defenderé que no menos que el liberalismo o el neoliberalismo; lo que ocurre es que los últimos dan más oportunidad para disfrutar de la miseria, e incluso ésta es menor dentro de esa realidad virtual que nos construimos o nos construyen, que es peor.

¿Podemos decir que percibimos distorsionados a los líderes indignos que nos gobiernan actualmente y a los «Frankenstein» que los soportan, es decir, los nacionalistas y resto de populistas?  Seguramente sí, pero gracias a Dios tenemos la hemeroteca y cuanto más indigno se es, más fácil es rebuscar entre la basura de sus conceptos retorcidos con verborrea de saldo.  Por lo tanto, como su libertad se hace más fuerte a medida que finiquita la del resto, parece evidente que solo les preocupa su entorno, su burbuja, sus imperfecciones…, por ejemplo: el lobby del PSC controlando INDRA, Enagas, Aena, Hispasat o Renfe, no hace sino reforzar la idea de que lo conceptual solo forma parte de lo abstracto, y en este estado simple e indefinido es donde se mueve la prensa y por lo tanto la opinión pública; ergo… no nos enteramos de la misa la mitad y casi mejor. 

¿Y que es lo que está provocando el cambio según los sondeos teledirigidos? Partiendo de la base de que sirven para crear opinión, los defiendo, porque hasta el último del CIS va en esa dirección lógicamente minimizando el asunto, pero es que es cierto. Populismo liberal contra populismo socialista. Menuda batalla por el simplismo. Ganar la mente del “currito” es relativamente fácil si se saben manejar bien los tiempos, y ahora corren que vuelan los tiempos del miedo. Incertidumbre, recesión, paro, ERTES, colas del hambre, demasiada muerte y enfermedad en los telediarios, en nuestro propio país, en nuestra propia región, en nuestra propia ciudad, en nuestro propio barrio ¡Cáspita! ¡Pero si han confinado hasta por comunidades de vecinos! Solo bastaba poner cara a esa nueva proyección conceptual y se hizo: la Presidenta de Madrid ¿Y ahora? Retorzamos un poco más la realidad y restemos importancia a ese momento, a esas dos semanas de campaña y las anteriores de precampaña, y centremos el tiro en la incertidumbre que produce el miedo y… personalicemos los conceptos en algo físico, una persona, un proyecto. Hecho, conseguido. Algo ha generado un click en la mente de la bolsa de indiferentes que hoy vota socialista y mañana al PP.

Seguramente algo tan simple como escuchar repetidamente y de lejos conceptos como hambre, miseria, desidia, mentira, engaño, noticias falsas y, probablemente y necesariamente, algo a nivel personal… un fallecido en la familia, algún miembro de la familia mayor de cuarenta años y ya emancipado en paro, algún abuelo en la residencia, muerto de asco casi un año, sin poder abrazarlo, o muerto de verdad de Covid, o vete a saber tú de qué si ni le pudiste enterrar; o simplemente tener que aceptar ponernos una vacuna mientras nos cuentan que se muere gente —poca— por ello. Algo tan simple que nunca nos dio miedo ahora nos lo provoca. Esto que forma parte del relato posiblemente de parte de la oposición, parece que por fin ya forma parte de la realidad no solo de los afines, aunque divididos, sino que según los resultados del “ayusazo”, parece que también forma parte del nuevo ADN político de la bolsa de ajenos a la política. Ese es el colectivo más importante. Es curioso, a quien menos le importa la política es precisamente a quien hay que doblarle el brazo y… ¿cómo lo hacemos, con ideología? No. Con emociones contradictorias y sucesos que hacen pasar página. Hechos históricos como los atentados de los trenes… ¿les suena? Lo demás es ruido, acoso a las sedes, gestos como el de Zapatero al no rendir honores a la bandera norteamericana, o gestos como el de Sánchez al dimitir como diputado para no apoyar con su abstención a Rajoy, y solo contribuyen a poner cara a quien representa la onda expansiva del cambio conceptual en el mundo de las ideas, provocado por una catástrofe de la índole que sea, que moviliza a esa masa amorfa de votantes a los que ni les va ni les viene lo que le pase al país. 

Con el nacimiento del “sanchismo” quedamos huérfanos de ese cataclismo que provoca cambios, pues la corrupción, es marca España. Fue algo impostado, y con el tiempo juzgado y desestimado, por lo tanto el cambio fue indigno, legal e inmoral fruto del engaño, su “leitmotiv” o hecho repetido hasta la náusea desde entonces. Por eso parece que se está pasando del socialismo temporal a la digna idiotez, ya que ese estado nos parece moralmente más aceptable. Ayuso lo vio cuando dijo que era consciente de que muchos de sus votos son prestados. Ella lo ha comprendido, mientras que sus jefes se afanan en crear un nuevo relato —su nuevo relato—, el que les acabo de tratar de explicar. La cara del cambio es de mujer y lo saben, aunque quizá sea demasiado pronto y nos tengamos que conformar solo de entrada con lo que hay; aún pasarán dos años, que en política y España supone mucho tiempo. Nuestro querido país seguirá para entonces mal cosido, y los políticos presos seguirán siendo y estando en ese mismo estado gaseoso que le gusta a Sánchez; presos con derecho a salir de fiesta cada vez que les convenga enseñar a los monigotes del Proceso como quien pasea al Santo.  

De equivocarme, será señal de que los habrán indultado o rebajado de penas al haber reformado el —según para qué— obsoleto Código Penal, y ciertos abogados podrán pasar profesionalmente a un estadio superior de desvergüenza cuando defiendan a sus clientes, alegando que las leyes que los culpabilizan son vengativas y revanchistas. El poder político, definitivamente, habrá podrido al judicial y por lo tanto el “sanchismo” pasará a la Historia, al menos para mí, como la ideología que se meó sobre la tumba de Montesquieu.   

FRANCISCO GÓMEZ VALENCIA

Puedes seguirle en Twitter en la cuenta @Sr_Gómez_

Francisco Gómez Valencia. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994; por lo tanto, politólogo de profesión. Colaboro como Analista Político en medios radiofónicos y como Articulista de Opinión Política en diversos medios de prensa digital. De ideología caótica aunque siempre inclinado a la diestra con tintes de católico cultural poco comprometido, siento especialmente como España se descompone ante mis ojos sin poder hacer nada y me rebelo y me arranco a escribir y a hablar donde puedo y me dejan.

1

Patrocina Ataraxia Magazine en PATREON desde 5$ (4,50€) al mes

https://www.patreon.com/ataraxiamagazine

2

Patrocina Ataraxia Magazine mediante una donación por PayPal

Puedo donar 5 euros

No es necesario tener cuenta abierta en PayPal para utilizar PayPal como plataforma o vía de donación • Si quisieras donar 10 o 15 euros puedes especificar (en la casilla junto al botón) que la cantidad que donas es 2 o 3 veces 5 euros…

5,00 €

Puedo donar 10 euros

No es necesario tener cuenta abierta en PayPal para utilizar PayPal como plataforma o vía de donación • Si quisieras donar 20 o 30 euros puedes especificar (en la casilla junto al botón) que la cantidad que donas es 2 o 3 veces 10 euros…

10,00 €

Puedo donar 20 euros

No es necesario tener cuenta abierta en PayPal para utilizar PayPal como plataforma o vía de donación • Si quisieras donar 40 o 60 euros puedes especificar (en la casilla junto al botón) que la cantidad que donas es 2 o 3 veces 20 euros…

20,00 €

Puedo donar 50 euros

No es necesario tener cuenta abierta en PayPal para utilizar PayPal como plataforma o vía de donación • Si quisieras donar 100 o 150 euros puedes especificar (en la casilla junto al botón) que la cantidad que donas es 2 o 3 veces 50 euros…

50,00 €

3

Patrocina Ataraxia Magazine con 2€ por lectura mensual

Aportaré por la lectura de cada número 2 euros mensuales

Aportaré 2 euros mensuales por leer Ataraxia Magazine, mediante un micropago utilizando PAYPAL (no es necesario tener cuenta en PayPal para efectuar el pago).

2,00 €

email de contacto: ataraxiamagazine@gmail.com

Patrocina AtaraxiaMagazine: https://www.patreon.com/ataraxiamagazine 

Síguenos en Twitter: https://twitter.com/ataraxiamag

Síguenos en Facebook: https://www.facebook.com/ataraxiamagazine