

Recuerdo perfectamente la sensación de optimismo que me invadió aquel día. Un cosquilleo de energía positiva, una extraña alegría. Fue completamente inesperado, una auténtica sorpresa. Hace 15 años, movido por la curiosidad, me acerqué al Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Se trataba del primer acto público de un nuevo partido político en Cataluña: Ciudadanos.
Además de la sorpresa al comprobar la multitud que se había congregado, me llamó la atención que el público era muy heterogéneo. Se mezclaba el catalán y castellano en las conversaciones con absoluta normalidad. En todos los corrillos se escuchaba el mismo lamento, que el PSC había traicionado a sus votantes. También no pocos desencantados de la radicalidad que ya transmitía Convergencia i Unió. En fin, gente moderada. Un soplo de aire fresco.
Eran tiempos en los que gobernaba en Cataluña Pascual Maragall en alianza con ERC, vivíamos en el tren de la bruja, cada día con un susto. El socialismo se había plegado al nacionalismo; casi diría que le regalaba una genuflexión cada hora, y un Estatut que nadie demandaba y que solo era una estrategia del PSC para asegurarse el apoyo de los republicanos y que nos ha llevado a ser una sociedad rota. Empezaban a quedar lejos aquellos estadios llenos de gente cuando venía Felipe González. Sí, es importante recordar que Ciudadanos nació como respuesta al abrazo del socialismo con el independentismo: miles de catalanes habían quedado huérfanos de partido. Pero sobre todo, Ciudadanos ofrecía algo diferente y novedoso: sentido común, y valentía para enfrentarse al nacionalismo omnipresente.
«El socialismo se había plegado al nacionalismo; casi diría que le regalaba una genuflexión cada hora, y un Estatut que nadie demandaba y que sólo era una estrategia del PSC para asegurarse el apoyo de los republicanos»
Pese al asedio por tierra, mar y aire y los boicots de los medios catalanes, este partido hizo historia y consiguió 3 valiosos escaños. Fue la semilla que brotó y creció gracias a la lluvia de errores del PSC, que insistía en su complicidad con el independentismo. Así llegamos al 2017: Ciudadanos fue el partido más votado en Cataluña. Poca broma, 1.100.000 catalanes.
Por el camino pasó algo muy importante, Albert Rivera se había ido a Madrid para preparar el salto del Partido a toda España. Con el aura de haber hecho frente al nacionalismo, su capacidad dialéctica y su denuncia de los trapicheos y corrupción del PP y del PSOE, consiguió más de 4 millones de votos. Todos sabemos que, con el tesoro del 15% de votos, no quiso pactar con Pedro Sánchez y eso nos llevó a unas nuevas elecciones en noviembre del 2019 donde perdió casi 3 millones de votos. Una hecatombe que empujó a la dimisión de Rivera.
Inés Arrimadas cogió el testigo. Inmediatamente se notó el cambio. Un cambio que reivindica la política como pacto, con renuncias pero con contrapartidas. Con su inteligente mano tendida a Pedro Sánchez ha conseguido retratarle: Sánchez prefiere a ERC como aliado. Ofrece una vez tras otra al PSOE alternativas moderadas, con propuestas sensatas, lejos de extremismos que permiten, una vez tras otra, que los ciudadanos sepamos claramente qué elige Pedro Sánchez. Es verdad, no está teniendo éxito, pero está permitiendo mostrar al pueblo que existen alternativas equilibradas y que el PSOE prefiere opciones radicales. Amigo lector, le animo a que busque estas propuestas… y comprobará que impera el puro el sentido común que huye de radicalismos y de los populismos que representan Pablo Iglesias o ERC. Un ejemplo: el Consejo General del Poder Judicial, como ya sabrán, se lo reparten los partidos políticos, y Ciudadanos ha propuesto despolitizarlo y que sean los mismos jueces quienes elijan a la mayoría de los vocales. Atención, esto no es un tema menor, ya que su función principal es la gestión de la administración de justicia con la finalidad de garantizar la independencia de los jueces y Tribunales respecto al resto de poderes del Estado.
«El Consejo General del Poder Judicial, como ya sabrán, se lo reparten los partidos políticos, y Ciudadanos ha propuesto despolitizarlo y que sean los mismos jueces quienes elijan a la mayoría de los vocales…»
No tengo una bola de cristal para vaticinar qué resultados tendrá esta estrategia en las próximas elecciones pero soy profundamente pesimista. España siempre anda sumida en la polarización, rojos y azules, republicanos y monárquicos… me temo que condenarán a Ciudadanos a un mísero resultado. Creo que sería un fracaso de la sociedad española.

Este país necesita huir del blanco o negro que tanto daño le ha hecho. Recuperar el centro, la política del pacto. Que renunciar no es perder, es ganar algunas cosas aunque no sean todas, que el consenso es un estilo de política que funciona en beneficio de todos. No creo en soluciones mágicas, creo en el sentido común, a veces es necesario dar un paso hacia atrás para dar luego tres hacia adelante. Creo en el acuerdo, en el desacuerdo civilizado, en el bien común, no en el egoísmo de las partes.
No se trata tanto de votar a Ciudadanos como votar una forma de hacer política y hoy, solo la veo en Inés Arrimadas. Quizá si los partidos descubren que los españoles premian con sus votos este estilo constructivo surjan más “Arrimadas” en sus partidos. Ganaríamos todos.
El ruido de la política actual, el estruendo que nos polariza no nos llevará a ninguna parte… será una política de péndulo: saltaremos de la izquierda a la derecha y a la inversa, nunca descubriremos las bondades del centro, del pacto entre distintos: una forma de hacer Gobierno que permita pactar hacia la izquierda o hacia la derecha en función del bien común.
Quiero pensar que, igual que ocurrió en Cataluña, en el resto de España hay millones de votantes socialistas huérfanos, a quienes espantan las decisiones que está tomando el Gobierno. Quizá jamás votarían a la Derecha, pero sí a una opción moderada o a un “estilo Arrimadas” de su partido.
Hace 15 años, mientras un cosquilleo de energía positiva me embargaba y escuchaba los corrillos de votantes huérfanos de partido, descubría que existen muchos ciudadanos que quieren y reclaman sentido común.
Ojalá eso se reflejase en las urnas
JOAN PUIG
Puedes seguir a Joan Puig en twitter como @avecesensayo

1
Patrocina Ataraxia Magazine en PATREON desde 5$ (4,50€) al mes
https://www.patreon.com/ataraxiamagazine
2
Patrocina Ataraxia Magazine mediante una donación por PayPal
Puedo donar 5 euros
No es necesario tener cuenta abierta en PayPal para utilizar PayPal como plataforma o vía de donación • Si quisieras donar 10 o 15 euros puedes especificar (en la casilla junto al botón) que la cantidad que donas es 2 o 3 veces 5 euros…
5,00 €
Puedo donar 10 euros
No es necesario tener cuenta abierta en PayPal para utilizar PayPal como plataforma o vía de donación • Si quisieras donar 20 o 30 euros puedes especificar (en la casilla junto al botón) que la cantidad que donas es 2 o 3 veces 10 euros…
10,00 €
Puedo donar 20 euros
No es necesario tener cuenta abierta en PayPal para utilizar PayPal como plataforma o vía de donación • Si quisieras donar 40 o 60 euros puedes especificar (en la casilla junto al botón) que la cantidad que donas es 2 o 3 veces 20 euros…
20,00 €
Puedo donar 50 euros
No es necesario tener cuenta abierta en PayPal para utilizar PayPal como plataforma o vía de donación • Si quisieras donar 100 o 150 euros puedes especificar (en la casilla junto al botón) que la cantidad que donas es 2 o 3 veces 50 euros…
50,00 €
3
Patrocina Ataraxia Magazine con 2€ por lectura mensual
Aportaré por la lectura de cada número 2 euros mensuales
Aportaré 2 euros mensuales por leer Ataraxia Magazine, mediante un micropago utilizando PAYPAL (no es necesario tener cuenta en PayPal para efectuar el pago).
2,00 €
email de contacto: ataraxiamagazine@gmail.com
Patrocina AtaraxiaMagazine: https://www.patreon.com/ataraxiamagazine
Síguenos en Twitter: https://twitter.com/ataraxiamag
Síguenos en Facebook: https://www.facebook.com/ataraxiamagazine
