Malena Contestí, abogado en ejercicio hasta hace no mucho, dio el salto a la política junto con Jorge Campos Asensi, con quien fundó Actúa Baleares, una formación que nació con la vocación de hacer frente al pancatalanismo que asola las islas desde las instituciones. Ahora es la candidata de Vox por Baleares al Congreso de los Diputados en las elecciones generales que se celebrarán pasado mañana. Malena transmite la seguridad y el optimismo de quien está convencido del proyecto que defiende.

UNA ENTREVISTA DE CARMEN ÁLVAREZ

 

—¿Qué te lleva a dejar tu ámbito profesional para embarcarte en algo tan incierto como la política?

—La necesidad de dar un paso al frente para intentar cambiar algunas de las políticas actuales que nos llevan a un verdadero drama si no hacemos algo contundente.

—Hablas de “drama”, ¿cuál es el principal problema que tiene España a tu juicio?

—Años de derivas nacionalistas, ahora de la mano de políticas comunistas, y con apoyo a ideales radicales e incluso terroristas. Es un grave riesgo para la integridad territorial y para los derechos y libertades de todos los españoles.

—En cuanto a la deriva nacionalista, ¿cómo juzgarías la actuación de los grandes partidos, con el PP a la cabeza como partido en el Gobierno, en el golpe de Estado catalán?

—Del PSOE y de Podemos ni hablamos, porque el objetivo de unos es mantener el Falcon y el de otros destruir el país. Pero la irresponsabilidad del PP y de Ciudadanos en esos días quedará para la historia. La respuesta de ambos a un ataque a los cimientos mismos de nuestra Nación fue un lamentable tactismo electoral. Unos por cobardía y los otros porque su proyecto no es España sino una España disuelta en la burocracia europea. La única respuesta aceptable es la de VOX, una defensa a ultranza de los valores comunes y de la integridad territorial del Estado.

—¿En qué se equivocó concretamente el gobierno de Rajoy con Cataluña y qué propone Vox?

—Sale más rentable preguntarse en qué acertó. En nada. Con la complicidad de Rajoy se culminó el proceso de desaparición del Estado de Cataluña. Tuvo en su mano revertir esa deriva muchas veces, la última tomando las riendas de la situación aplicando para ello el 155. Y lo aplicó, pero lleno de garrafón, culminando una estafa histórica al pueblo español. Lo que VOX propone es aplicar un 155 tan contundente y profundo como sea necesario, recuperando el control de los Mossos, de los medios de intoxicación como TV3 o de la educación. Porque no se trata solo de parar el golpe de Estado, sino también de derrotarlo y desmantelarlo. El Estado ha de volver a Cataluña.

«Lo que VOX propone es aplicar un 155 tan contundente y profundo como sea necesario, recuperando el control de los Mossos, de los medios de intoxicación como TV3 o de la educación. Porque no se trata solo de parar el golpe de Estado, sino también de derrotarlo…»

—A propósito del Estado, Vox ha puesto en solfa el sistema autonómico, ¿qué tienen de malo las autonomías?

—Que a la descentralización administrativa, necesaria para acercar los servicios públicos a los ciudadanos, le ha seguido una descentralización política que ha sido usada por las entidades locales de todos los partidos para apuntalar su propio poder, agitando la desigualdad, el desarraigo y la desafección entre españoles, matando la idea de proyecto común que todos los españoles teníamos. Ha sido un ejercicio de deslealtad provinciana propia de sinvergüenzas. Y además, exageradamente cara, porque es al calor autonómico donde se han engendrado los mayores escándalos de corrupción de la historia de España.

«Es al calor autonómico donde se han engendrado los mayores escándalos de corrupción de la historia de España.»

—Proponéis, entonces, un modelo de Estado diferente, centralista, ¿eso os hace un partido anticonstitucionalista como ha dicho la vicepresidenta Carmen Calvo?

—El modelo de organización territorial no está blindado con ninguna cláusula de intangibilidad que impida su reforma, como sí pasa por ejemplo en Alemania o en Estados Unidos. Es más, se regula en el Título VIII de la CE, perfectamente reformable por simple procedimiento ordinario, y a diferencia de la soberanía nacional, consagrada como indisoluble en el Título Preeliminar, que sí que requiere de procedimiento agravado para su reforma. Utilizar los cauces que la propia Constitución establece para la reforma constitucional no es lo anticonstitucional. Lo que sí es anticonstitucional es buscar destruir la Constitución por la vía de la imposición.

—Es curioso que en España se identifica descentralización con un mayor grado de democracia, ¿estás de acuerdo?

—La relación entre descentralización y democracia es igual a la que existe entre el tocino y la velocidad, ninguna en absoluto. La democracia es ley, seguridad jurídica, propiedad privada y limitación del poder, y eso no tiene nada que ver con el modelo de organización territorial. Solo un majadero cuestionaría la calidad democrática de Francia, uno de los países más centralizados del mundo, o el totalitarismo dictatorial que caracterizaba a la URSS, una federación de Repúblicas.

—Vox ha puesto en el debate electoral temas tabú hasta ahora como la violencia de género, ¿es Vox un partido machista? ¿Por qué rechazáis la LIVG (Ley integral contra la violencia de género)?

—Lo que es VOX es un partido sensato, con sentido común. Porque de sentido común es rechazar la discriminación por razón de sexo que hoy se da con la LIVG o el fin de la presunción de inocencia si eres varón. Lo demás no son más que torticeras etiquetas de quienes utilizan dramas sociales para ocultar su sectarismo totalitario.

La violencia no tiene género. La violencia es violencia venga de donde venga. Y lo que VOX quiere es proteger a todos. La legislación actual no funciona, tampoco protege realmente a las mujeres. Nosotros queremos proteger a las mujeres, a niños, a ancianos y, por supuesto, también a hombres. Porque estamos radicalmente en contra de que un drama social se utilice vilmente para financiar con dinero público lobbies ideológicos radicales. Y porque un Estado de Derecho no puede permitir que su legislación normalice la discriminación por sexo ante la ley o el fin de la presunción de inocencia, invirtiendo incluso la carga de la prueba. Eso es intolerable.

«Un Estado de Derecho no puede permitir que su legislación normalice la discriminación por sexo ante la ley o el fin de la presunción de inocencia, invirtiendo incluso la carga de la prueba. Eso es intolerable.»

—A Vox también se le acusa de racismo y xenofobia por sus propuestas sobre políticas de extranjería, ¿está mal explicado el tema o está mal entendido?

—Eso es lo que transmiten algunos medios de comunicación, por eso ni lo uno ni lo otro. Lo que está es deliberada y malintencionadamente tergiversado, como pasa con muchas otras de las propuestas de VOX.

Proponemos proteger la inmigración legal, vinculada a las necesidades de la economía española y a la capacidad de integración del inmigrante. Proponemos acabar con las mafias que se nutren del tráfico de personas que fomentan las irresponsables legislaciones “efecto llamada”. Y proponemos que el que cometa delitos graves sea expulsado inmediatamente a su país de origen. Básicamente, lo que hace cualquier país normal y avanzado, llámese Australia, Estados Unidos, Chile o Reino Unido.

—Por cierto, ahora que mencionas a los medios de comunicación, ¿qué os pasa con ellos?, algunos dicen que vais sólo donde os tratan bien.

—A los medios de comunicación acudimos a todos. Donde no acudimos es a los medios activistas sectarios que recurren al ataque personal, a la mentira y al insulto, por una razón de simple respeto a nuestros votantes y simpatizantes. Aceptamos las críticas, faltaría más, pero prácticas como las de llamar borrachos a nuestros votantes o señalarlos como se hizo en Marinaleda, no sé si con el objetivo de facilitar la alerta antifascista de Iglesias, son inadmisibles. Eso ni es informar ni es comunicar y desde luego que no vamos a ser nosotros los que demos oxígeno a esas prácticas.

—Ha habido también cierta polémica en torno a la homosexualidad, se os acusa de homófobos.

—Nosotros lo que no queremos es que se incardine a las personas en una ideología de izquierdas simplemente por su opción sexual. Los homosexuales son tan españoles como cualquiera, con la misma bandera, la española, y tienen los mismos derechos y obligaciones que el resto, eso se debe respetar y proteger, pero en ningún caso etiquetar a nadie por motivos ideológicos para que se vayan a un bando concreto. Lo que se está haciendo a propósito es utilizarlos como colectivo, y algunos de ellos no se dan cuenta. Nosotros nos oponemos a los lobbies, no a los homosexuales.

—En materia económica también rompéis moldes con vuestra propuesta liberal de bajada drástica de impuestos, ¿realmente es viable?

—No es una cuestión de fe, puesto que lo hemos demostrado. Somos el único partido que concurre a las elecciones no solo con un programa económico, sino también con una memoria económica que recoge exactamente las partidas de ingresos y gastos y el origen de los mismos. Bajar impuestos proporciona más recaudación porque genera más actividad. Y es que es mayor un 20% de 100 que un 60% de 10. Es una certeza matemática que está dando extraordinarios resultados en Irlanda, Hungría o Estados Unidos.

—¿Qué escenario prevés para el 29 de abril? ¿tendremos una España gobernable?

Gobernable seguro, porque los pactos de la vergüenza de Sánchez con los enemigos de España han creado dos bloques antagónicos. Uno que quiere el poder para romper España y otro que lo quiere para que no se rompa. Por el bien de todos, y por la existencia misma de España, que podamos articularla nosotros.

—¿Ves posible una solución a la andaluza?

—Esta es una pregunta más bien para el PP y Ciudadanos. Habrá que preguntarles a Pablo Casado y especialmente a Albert Rivera, el de los cordones sanitarios contra VOX, si estarían dispuestos a apoyar un gobierno nuestro.

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