Los Miskitos, pueblo cuyo rastro se remonta al siglo XI, habitan en la denominada Costa de Los Mosquitos. Su historia es simplemente fascinante. Son un pueblo jamás conquistado. Una nación independiente.
SITUACION Y VIDA ACTUAL DE LOS MISKITOS
El grupo étnico de los Miskitos está situado en la llamada Costa de los Mosquitos, ocupando la parte nororiental de Honduras y Nicaragua, con una planicie costera del Caribe formada por sedimentos aluviales y eólicos, con formaciones pantanosas y lagunas. Está atravesada la región por varios ríos que de norte a sur destacan: El Petuca, el Coco, El Prinzapolca, el Grande y el Escondido, que configuran un clima cálido y húmedo, que crea un ambiente pesado, difícil de soportar, empeorado por la amplia y extensa vegetación que dificulta el caminar.
La población es escasa –se pueden calcular unos 100.000 habitantes, quizás menos– distribuyéndose a lo largo de la costa y de las riberas de los ríos en una extensión de unos 32.000 km2. Son los descendientes de los valientes guerreros de los s.XVII y XVIII y viven en Nicaragua y Honduras en una parte de tierra dominada por sus antepasados: también hay unos 9.000 Sumus, que viven pacíficamente entre los Miskitos. Conzemius habla de que los Miskitos y Sumus habitan la vertiente atlántica de Honduras y Nicaragua, desde el río Tinto o Black River (latitud 15º 50´ norte) hasta el río Punta Gorda (latitud 11º 30´norte). Mientras que los Miskitos se localizan principalmente a lo largo del litoral, los Sumus viven tierra adentro. Estas dos tribus juntas ocupan la mayor parte de una vasta región que se conoce como Costa de Mosquitia, con una extensión de litoral de 550 millas. A partir de cabo Honduras la costa corre primero hacia el este, luego hacia el sureste hasta Cabo Gracias a Dios y doblando hacia el sur.
«Los nativos ayudados por la selva, el pesado clima, los pantanos y, en los últimos años, por los propios bucaneros, que suministraban armas de fuego a los indios, lograron mantener su independencia…»
Cristóbal Colón descubrió el país en 1.502, bautizándolo como “Costa de Orejas” y que correspondía a la parte situada al oeste de Cabo Gracias a Dios. En el transcurso de los siguientes años los españoles hicieron varios intentos para tomar posesión de la Costa Mosquitia, pero los nativos ayudados por la selva, el pesado clima, los pantanos y, en los últimos años, por los propios bucaneros, que suministraban armas de fuego a los indios, lograron mantener su independencia; favorecido todo ello al no encontrar los españoles en la zona oro y estar acuciados por la necesidad de concentrar fuerzas en su campaña de la costa del Pacífico, pero dejando muy mala fama entre los indígenas que, poco a poco, se irían confiando a la seducción inglesa que vio la oportunidad de conseguir una zona de fronteras con territorios españoles, creando una especie de factoría en la América Central, en plena área dominada por la Corona Española. Así pues, los ingleses desde Jamaica comenzaron entablando amistosas relaciones comerciales y, gradualmente, organizaron un Protectorado en la región.
En 1786 en virtud de un tratado, Inglaterra reconoce la soberanía española sobre el territorio de la Moskitia, pero los españoles nunca pudieron sentar campo en este territorio por las hostilidades de los indígenas, ayudados por gran número de colonos ingleses. En 1821 con la independencia de los países de la zona, los ingleses renovaron sus viejas alianzas amistosas con los Miskitos. El hijo de uno de los jefes principales fue solemnemente coronado Rey en Belice, restableciéndose el protectorado en 1860; a partir de esa fecha, la presión de los EE UU que se veía amenazado, obligó a Inglaterra a ceder el territorio de la Mosquitia a Honduras y Nicaragua, partiendo el territorio en dos y creando una reserva que los indios nunca respetaron, y dando lugar, en muchas ocasiones, a que algunos grupos atravesaran la orilla del río Coca y se adentraran en territorio de Honduras para sembrar arroz y frijoles, creando verdaderos problemas diplomáticos entre los dos países y con la Comunidad Internacional.
«La presión de los EE UU que se veía amenazado, obligó a Inglaterra a ceder el territorio de la Mosquitia a Honduras y Nicaragua, partiendo el territorio en dos y creando una reserva que los indios nunca respetaron…»
No obstante lo anterior, la verdad es que los Miskitos son un pueblo que nunca fueron conquistados, ni por los españoles, ni por los franceses, ni por los holandeses. Solamente los ingleses lograron mantener un cierto control sobre el mismo a través del protectorado y de las relaciones comerciales. En realidad, todavía en la actualidad, están luchando por mantener su independencia, sus señas de identidad y sus raíces, que se van transmitiendo oralmente de generación en generación. Según escribe Humberto Meza en la Revista Alistar de Nicaragua: “Los Miskitos gestionaron un estado libre asociado”, añadiendo: “Nuestra razón de ser nicaragüenses tiene que pasar por el reconocimiento de que los Miskitos gestionarán un estado libre asociado”. La inquietud de conseguir una Nación autónoma la tienen las comunidades indígenas desde 1.872, cuando un laudo arbitral del rey de Austria definió que: “Nicaragua no tenía derecho de inmiscuirse en la explotación y manejo de las reservas naturales de Mosquitia». Continúa afirmando la prensa de Nicaragua: “Hay que reconocer que la Mosquitia nunca fue colonizada por ninguna potencia extranjera, pero ahora el Pacífico tiene el compromiso moral de pagarnos una deuda histórica”. También en la prensa de Nicaragua del 30-01-04 se informa de que hay tropas hondureñas dispuestas a intervenir para que grupos miskitos de Nicaragua, no atraviesen la frontera natural de río Coco para sembrar arroz y frijoles en zona hondureña, intentándoles convencer de que ese territorio no les pertenece. Interesante paradoja que no podrán comprender los que, tradicionalmente y de generación en generación, creen ser sus verdaderos dueños. Al respecto y según E. Conzemius, en 1.960 la Corte Internacional de La Haya, creyendo resolver una disputa fronteriza entre Nicaragua y Honduras, y sin tomar en cuenta a los habitantes autónomos de la región, partió el territorio Miskito en dos, acordando como límite entre ambos países el curso inferior del río Coco, aunque la unidad tribal todavía subsiste, a despecho de las diferencias o intenciones políticas de los dos gobiernos. Y es que la Comunidad Internacional no ha tenido en cuenta que los Miskitos son un grupo cultural distinto, dueño de sus propios valores y motivaciones, poseedor por derecho natural de una tierra, que ha sido suya desde varios siglos antes de la intromisión europea. Y continúa advirtiendo Conzemius: “Estos indios viven bajo una casi perfecta igualdad; no hay ricos ni pobres entre ellos, ni existe competencia por acumular riquezas. El esfuerzo desmedido o infatigable que al respecto empeñan nuestras sociedades civilizadas, prácticamente no existe entre ellos”.
«Estos indios viven bajo una casi perfecta igualdad; no hay ricos ni pobres entre ellos, ni existe competencia por acumular riquezas. El esfuerzo desmedido o infatigable que al respecto empeñan nuestras sociedades civilizadas, prácticamente no existe entre ellos.»
La mejor radiografía de este pueblo la ha dado sin duda el gran periodista y civilista nicaraguense Joaquín Chamorro Cardenal: “Gente diferente a nosotros ésta; gente buena enclavada en una geografía inhóspita, atlántica, dura, caliente, lluviosa, repleta de agua y de pantanos; con lengua propia y unidad tribal que así se nos ocurre describir su estructura de pueblo; Miskitos primero, por raza y tradición, y nicaragüenses hasta después por culpa nuestra, es decir, de los demás nicaragüenses”.
HISTORIA Y ORIGEN DE LOS MISKITOS
Sobre el origen de este singular pueblo existen varias teorías, aunque difíciles de confirmar puesto que la historia y tradición miskita no le haya impedido a esta etnia influir sobre la historia de Honduras y Nicaragua. Según Jairo Wood, profesor de estudios sociales e historiador del instituto Renacimiento de Brus Laguna, cuando los españoles y demás europeos llegaron a estas tierras ya existían tribus indígenas que tenían sus propias costumbres, creencias y dialectos.
Según algunas teorías el miskito proviene del norte de América perteneciente al Philum Macro, Chibcha, Stock, Misumalpau. Hay varias teorías acerca de su origen, unas cuentan que son originarios de Asia y que entraron por el estrecho de Bering, otras que el Miskito proviene del sur de América, sustentado en estudios culturales que encadenan varios eslabones de grupos indígenas, entre ellos los Lunas y los Cho de Panamá. Otra teoría apunta a que provienen de Asia, especialmente de Rusia o la Polinesia, que se convirtieron en nómadas por toda la costa atlántica del continente americano, y en su recorrido se encontraron con la tribu Chibcha y Sumus con quienes hacen la primera unión étnica, naciendo los Tawiras (gente de pelo largo) cuyas características físicas son parecidas a los asiáticos. Posteriormente llegaron a la Moskitia (s. XVI) grupos de esclavos negros originarios de África que habían naufragado, y rápidamente se mezclan con los Tawiras. De esta mezcla sale otro eslabón que serán los Zambos, cuyas características físicas son: cuerpos atléticos de mediana estatura y piel morena que aún existen en la actualidad en la zona de la Moskitia. En el s. XVII llegaron a la zona exploradores europeos (holandeses, ingleses y franceses) que también se mezclaron con los zambos y de estos tres cruces de razas, nacen o proceden los miskitos actuales. No obstante, entre la población indígena tienen poca aceptación estas teorías y se fían más de la “historia” que cuentan los abuelos, una de las cuales narra que siglos atrás la tribu de los Chibchas, que viajaba de sur a norte, atravesaba la costa atlántica de Honduras, y en ese momento se separó un grupo al mando de un gran guerrero llamado Miskut y al cabo de varios días de fatigoso caminar llegaron a la orilla de una gran laguna (Laguna Brus), en la cual los peces salían a la superficie del agua, que era dulce y clara y a su alrededor crecían toda clase de frutos y plantas, por lo que pensaron que habían llegado a unparaíso. Lo bautizan con el nombre de Drapahpatara (Gran Pantano) que actualmente es el municipio de Brus, Laguna en Gracias a Dios. Al llegar el verano el agua de la laguna se volvió salada por la entrada de agua marina, cosa que Miskut no sabía y, enfadado, con una parte de su gente que decidió seguirle, tomó rumbo sureste y atravesando el río Wans Coco, o Segovia, entraron en territorio de Nicaragua hasta el actual Cabo Viejo, quedándose en el lugar que llamaron Sitawala, que quiere decir Laguna o Rio de Ostiones.
Muchos años después, ya muerto Miskut, sus descendientes fueron llamados Miskut Uplica Nani (la gente de Miskut); fundaron varios poblados, luego se encontraron con los Sumus tawanhkas con quienes se mezclaron, y éstos fueron los primeros en llamarles Miskuu —Misku que significa gente de Miskut y “u” que no significa nada— y que acabaron llamando Miskutu, igual a “pequeño que procede de cosa grande”. Así, es previsible que Miskito derive de Miskuto por la degeneración de la palabra. Pero hay otras teorías que analizan el origen, en relación al estudio idiomático, que como recoge la etnóloga Bárbara Grimes cuando habla de que el idioma miskito pertenecería a la familia llamada “Misumalpan” que agruparía el Miskito el Sumu y el Matagalpa. Otra teoría moderna hace la clasificación indicando que el idioma Miskito pertenecería a la familia Macro-Chibcha.
«Se cree y parece estar confirmado que los primeros miskitos se habrían formado hacía el siglo XI y que serían antropófagos…»
Se cree y parece estar confirmado que los primeros miskitos se habrían formado hacía el siglo XI y que serían antropófagos, cosa que se demostró cuando en 1502 Colón fue atacado por la tribu de los Twanhka, entre los cabos de Honduras y Gracias a Dios, matando y devorando a una partida de españoles. No obstante, el canibalismo entre los Miskitos fue más bien una costumbre ceremonial, probablemente un rito de venganza que finalizaba con el mayor de los agravios hacía su enemigo al comérselo y así quedar destruido totalmente, no solo en este mundo, sino en el otro.
Según algunas narraciones, entre las que se puede contar la de Exquemelin, médico personal del famoso pirata Henry Morgan; Los Miskitos eran una raza especial, bravos guerreros, expertos exploradores, eran únicos en la navegación fluvial con rápidas canoas que les permitían trasladarse de un lugar a otro con una velocidad y sigilo extraordinario, además de ser inigualables en el uso del arpón para la pesca en los ríos. Todas estas cualidades les hicieron acreedores para que tanto los bucaneros y posteriormente los ingleses los tuvieran en gran consideración comerciando con ellos y facilitándoles armas de fuego como los mosquetes (que algunos llegaron a pensar, que de aquí procedería el nombre de “mosquito o miskito”). El caso es que los piratas enrolaban a muchos de ellos en sus huestes y les fueron muy útiles en los abordajes y, sobre todo, en el abastecimiento de las naves, por ser hábiles en la captura de grandes peces y tortugas verdes de cuya pesca eran especialistas.
«Los piratas enrolaban a muchos de ellos en sus huestes y les fueron muy útiles en los abordajes y, sobre todo, en el abastecimiento de las naves, por ser hábiles en la captura de grandes peces y tortugas verdes de cuya pesca eran especialistas.»
También los utilizaron los ingleses de Jamaica para la caza y exterminio de los Cimarrones. Estos Cimarrones eran descendientes de los negros y mulatos, que se escapaban a las montañas para preservar su libertad, cuando los ingleses desalojaron a los españoles de Jamaica. Los ingleses hicieron un pacto con el rey Miskito Jeremías por el cual los Miskitos se comprometían a cazar y apresar a los cimarrones de las montañas; a cambio, los ingleses les suministraban armas con las que se defendían de los españoles y de otras tribus. Posteriormente atacaron y sometieron hasta 22 tribus rivales, anexionando su territorio y formando una comunidad muy numerosa que, según Exquemelin, no obedecía a un solo jefe, sino que dependería del momento y de la acción que pretendiesen efectuar. Sin embargo continúa diciendo Exquemelin que generalmente ponían al mando a un guerrero con mucha experiencia. Por ejemplo, solía ser un hombre que hubiese combatido al lado de piratas o bucaneros. También cuenta que fueron los franceses los primeros en llegar a las tierras de la Mosquitia; y es aquí cuando enlazamos con un relato de M. W. que nos describe de una forma minuciosa su vida y costumbres. Los nombres de diferentes familias que se va encontrando en su paseo por la zona.
Nos llama la atención la gran cantidad de nombres ingleses y franceses de algunas familias que nos describe que correspondían a bucaneros y piratas que estuvieron en contacto con los grupos miskitos y les habían dado su nombre. Entre ellos se encuentran los capitanes Frank, Kitt, Morgan, Labrín y otros, que se habían visto socorridos por esos indios, que nunca antes tuvieron ningún nombre, ni siquiera en su propia lengua. Nos relata también, dónde vive el viejo rey Jeremías, cuya corte real es su propia familia, que consiste principalmente en dos esposas, un hijo y tres hijas. Nos describe al rey Jeremías como un individuo de unos sesenta años, tez café oscura, con tonos amarillentos, rostro grande y ordinario, ojos grandes y penetrantes, mejillas hundidas, labios carnosos y boca muy grande, el pelo lacio, negro y muy largo, que le cae sobre los hombros dándole un aspecto fiero. Nos sigue describiendo gran cantidad de familias, unas morenas con labios carnosos, otras de tez blanca con labios más finos, etc; lo que parece confirmar que estaban formados por varios grupos étnicos de estatura mediana, con brazos y piernas fuertes, con lo que están de acuerdo la mayoría de estudiosos.
También se habla de las orgías que organizan antes de un acontecimiento importante, como la invasión de un territorio. Precisamente la orgía la organiza el guerrero que dirigirá la empresa. Las bebidas embriagantes son preparadas con plátanos, coyol, piñas, maíz y miel silvestre, y la sirven las mujeres, M.W. describe un sinfín de este tipo de bebidas, todas muy embriagantes, enumeraremos una llamada mushelaw, hecha a base de plátanos o bananos maduros que se hierven o asan.
Respecto a la Religión nos dice que creen en la inmortalidad del alma y aseguran que cuando duermen o se mueren, sus espíritus emigran a otro lugar de la tierra, donde vivirán felices con su pueblo, admitiendo a los ingleses en esa vida, pero nunca a los españoles ni a los “alboawinneys” (indios enemigos).
Interesante también lo que nos comenta sobre el Matrimonio, donde las parejas suelen vivir juntas o amancebadas durante un tiempo prudencial, por ejemplo, unos dos años, a fin de conocerse más íntimamente; el hombre para cerciorarse del amor de su mujer, y ésta para estar segura de que su pareja la va a poder mantener junto con sus hijos.
Hace una descripción amplia de la flora y fauna del territorio y nos habla de que existen muchos árboles frutales de donde obtienen piña, mammo, safadilla, papaya, vainilla, tubérculo batata y yuca; animales de monte parecidos al gamo, el dante del tamaño de una ternera, con pequeña trompa, que tiene una carne excelente. Habla también de mandriles y conejos que naturalmente son comestibles. Importancia aparte tiene la pesca que las mujeres realizan con pequeñas redes y los hombres con arpón. Como alimento importante tienen las tortugas de diferentes especies como la cushway, la carey, la mordedora y la verde, que es la que tiene más y mejor carne.
Según afirma M.W. las enormes montañas están habitadas sólo por fieras, donde se cree que hay cantidad de oro, ya que en varios puntos de los riachuelos aparecen lentejuelas doradas que siguen encontrándose al desembocar en el río Coco, por cuyo motivo, le llamaron río Dorado.
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