Esa prensa culpable

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Enric Juliana, periodista, ha publicado un tweet en su cuenta que resume, así me lo parece, 30 años de periodismo en Cataluña. Lean atentamente. Les ofrezco el texto tal y como lo ha publicado —en catalán—, y también traducido de forma fidedigna para los miles de lectores que nos siguen desde toda España:

«La meva opinió des de fa anys: una Catalunya amb autogovern fort en una Espanya federalitzada. Llibertat i solidaritat. És difícil. I tant! Tant difícil com esperar que la democràcia prevalgui a Occident les properes dècades, o que disminueixin les desigualtats. Temps difícils.»

“Mi opinión desde hace años: una Cataluña con fuerte autogobierno, en una España federalizada. Libertad y solidaridad. Es difícil. ¡Por descontado! Tan difícil como esperar (o pretender) que la democracia prevalezca en Occidente en las próximas décadas, o que se reduzcan las desigualdades. Tiempos difíciles.”

Lo que está pidiendo, reclamando, Enric Juliana de forma sutil, cuando habla de un «fuerte autogobierno», son, no lo duden, más competencias y tal. Discúlpenme, que voy al lavabo a vomitar y vuelvo enseguida.

«Con un presupuesto de 33.000 millones de euros, Cataluña tiene en la actualidad el nivel de competencias más alto de la democracia…»

Ya estoy aquí. Ese tweet es emitido el mismo día en que se descubren facturas falsas; el mismo día en que se descubren asuntos hurtados a la opinión pública catalana, mentiras escandalosas, engaños, millones gastados en organismos sin auditoría pública, compadreos sicilianos… ¡el mismo día!

Juliana, para quien no lo sepa, es el subdirector de La Vanguardia, un periódico que hizo grande el gran Gaziel hace 80 años. Este diario ha sido un medio de referencia en Cataluña, y también en el resto de España, pero intuyo que le queda poco recorrido. Con un presupuesto de 33.000 millones de euros, Cataluña tiene en la actualidad el nivel de competencias más alto de la democracia, superior incluso a las competencias que disfrutan otros países como Escocia o Irlanda. ¡Maldita sea… creo debo volver al lavabo!

Ya. Lo inteligente sería ser exigente, tremendamente exigente, con las instituciones que pagamos todos y que son de todos, y luego, quizá, de ser necesario y si se tercia, reclamar más competencias. Pero no, y no y no: «¡Más autogobierno!»

Este tweet. Volvamos a él. Este tweet es fruto y refleja el hecho de que en Cataluña llevemos más de 30 años de corrupción institucionalizada (3%) y explica el motivo de que los medios callaran (y sonrieran). Nunca destaparon nada. Claro, gritaban: «¡Más autogobierno!» No tenían tiempo ni se les pasaba por la cabeza actuar como contrapoder. Dimitieron. Y de ahí esos 30 años de periodismo rendido y cobarde. Silencios cómplices, vergonzosos.

Yo acuso a la prensa tradicional (y mucha no tradicional) catalana de silencios cómplices. Yo les acuso de arrodillarse ante el poder. Yo les acuso de esconder la VERDAD, en mayúscula, a la opinión pública, su sagrada misión. Yo les acuso de ser corresponsables de haber creado una sociedad idiotizada, sin espíritu crítico (de aquellos polvos vienen estos lodos). Yo les acuso de haber sido colaboradores imprescindibles a la hora de construir la peor generación de dirigentes políticos de Occidente. Yo acuso a cierto periodismo de llevarnos a la más oscura Edad Media. Cierren los ojos: Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra. ¡Cada vez peor! Es terriblemente lógico, nadie les exige y controla nada. Griten conmigo: «¡Más autogobierno!»

“Los medios de comunicación han acostumbrado a ciertos sectores sociales a escuchar lo que «halaga los oídos”» Lo dijo el Papa Juan Pablo II. Vaya, parece un mensaje pensado y dirigido expresamente a Enric Juliana. Será el poder de Dios que se encarnó en el Papa.

No soy capaz de entender cómo se puede ser capaz de afirmar lo que el señor subdirector general de la Vanguardia ha soltado. Lo único que se me ocurre es que está tan acostumbrado a escucharse a sí mismo que ha olvidado qué es y significa ser periodista.

Hoy, cuando escribo estas líneas, 6 de marzo, Gabriel García Márquez cumpliría 91 años. De él es esta frase: «El periodismo es el mejor oficio del mundo»

Hay tweets que destruyen a un genio.