La Pasión según San Pedro Sánchez

Cabecera La Insoportable Vecindad

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Solo falta que Pedro Sánchez decida reinterpretar «La Rendición de Breda» y le otorgue a Quim Torra una Hacienda y una Justicia propia. Sería lo mismo, prácticamente igual, que si Otegi apareciera en uno de los reportajes de la nueva televisión pública «bolivariana» —titulado «la Iglesia nos roba»—, en el que por medio de plano secuencia berlanguiano, junto a Gordillo y el golpista Torra, le viéramos robando el cepillo de la catedral de Córdoba. La grabación que a buen seguro veríamos los españoles en prime time acabará, gracias al poder tecnológico de una steadycam, con un primer plano del etarra jubilado escupiendo en suelo santo.

Esa es la Pasión de San Pedro Sánchez, tras súbita revelación de la verdad sectaria, cuya posesión le lleva al convencimiento de que vale la pena acabar con la Constitución y la convivencia de los españoles; con el Senado como cámara de representación popular, y con las normas universitarias que priman la investigación y el esfuerzo intelectual. Una arrebata puesta en escena de una falsa prima donna, a la que nadie se atreve a decir que desafina, y que una vez consumada la infamia (cualquier infamia, este es un texto atemporal) es capaz de interpretar un «solo cantabile» en forma de obligada toma de contacto con los periodistas —en exclusiva para La Sexta—, sin pestañeos por las mentiras de la soflama, y que para rematar su estratégico plan de poder, es capaz de aparecer junto a Margarita Robles, la ministra del Ejército, para cantarnos «in crescendo» que ellos dos trabajan sin descanso para la paz mundial.

Y es que al gobierno de Sánchez le crecen los enanos a cada paso que da. A su ministra “Lehman Brothers” le parece oportuno el momento para crujirnos a impuestos —el del diesel incluido, claro está—, por la salud de todos y de todas, españoles y españolas, compañeros y compañeras… ¡Cómo si no supiéramos que el carburador de las empresas públicas se traga todo el combustible, pero no para que el vehículo acelere más, sino para que sirva de transporte a toda esa piara de enchufados, a toda esa gente con carnet político y ese falso trabajo no productivo en el que escurren sus vergüenzas todas las mañanas!

Uno casi preferiría, dada la pasión que se avecina para este otoño auspiciado por San Pedro Sánchez, el terrible recuerdo del hermano de Guerra, que no se ocultaba en su despachito; o a los macarras de los GAL de Felipe González, que se iban de putas con la Visa Oro del Estado. Excitados por el alcohol, las ligas en el coulotte y las drogas, creían actuar por España y no por asar una vaca, como los directivos de la Junta de Andalucía.

Al menos aquellos viejos y corruptos socialistas habrían sido capaces de untar a algún indigente con familia en el Proyecto Hombre, para que le descerrajara un escupitajo en los morros a esos Torra, Otegi y demás falsarios, incluido Puigdemont, en algunos de sus paseos cotidianos por los palacios que habitan y desde los que hacen impúdico alarde de su maldad, bien iluminados, eso sí, y mirando con candor y sonrisa cautivadora a las cámaras de televisión.

Autor- Manuel ArteroPuedes seguir a Manuel Artero en Twitter como «La Paseata» y en su blog «La Paseata»

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